Cuerpos de víctimas, incluido un camarógrafo palestino, tras el bombardeo israelí al hospital Nasser en Khan Younis, al sur de la Franja de Gaza, 25 de agosto de 2025. (REUTERS/Hatem Khaled)

La Oficina del Primer Ministro informó de que el Ejército ha abierto una investigación exhaustiva para esclarecer lo ocurrido.

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el bombardeo y reclamó una investigación independiente y urgente. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró “insatisfecho” y afirmó que “no quiere volver a ver algo así”, al tiempo que reafirmó la necesidad de “poner fin a esta pesadilla”. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó el ataque de “inadmisible”, mientras que el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, instó a decretar de inmediato un alto el fuego.

En paralelo, el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, señaló en Damasco, tras reunirse con el presidente interino sirio, Ahmed Sharaa, que las negociaciones entre Israel y Siria sobre un acuerdo de seguridad avanzan “con seriedad y buena fe”.

Sin embargo, descartó que ambas partes puedan alcanzar un consenso y firmar un pacto a finales de septiembre, como sugerían algunos rumores.