Nadie sabe exactamente cuándo empezó el festival de la aldea de Nom pero su celebración se mantiene hasta ahora como una tradición de los pobladores.

En esta ocasión, se organizan varios ritos como el de transportar agua desde la pagoda Linh Thong Co Tu a la casa comunal de Tam Giang para bañar a la estatua de la divinidad tutelar de la aldea, la procesión de la última a la pagoda y el acto de presentación de las ofrendas.

Los aldeanos siempre realizan estos rituales con toda solemnidad.

Una procesión cuenta con un grupo de personas mayores, un banda musical, cantantes y bailarines. Todos se ponen trajes coloridos.

Los niños se muestran muy emocionados por las danzas del unicornio y del dragón.

El festival reproduce el momento en que el genio tutelar de Tam Giang iba a la pagoda en busca de su madre y su esposa, a quienes luego traería de vuelta a la casa comunal para compartir las ofrendas.

Llevan a la pagoda el palanquín donde se coloca el ser divino.

El monje superior conduce el acto.

La danza del unicornio en el patio de la pagoda.

Al lado del rito principal, las diferentes familias del pueblo aprovechan la oportunidad para organizar sus propias ceremonias en honor a sus ancestros.

Se trata de una buena ocasión para que los miembros de la familia regresen a su tierra natal para reunirse, así como para colocar inciensos en el altar de los antepasados y participar en los actos tradicionales.

En el marco del festejo, se llevan a cabo varias actividades culturales típicas del Tet, como una demostración caligráfica, una actuación del canto Quan Ho y un ajedrez humano.

A los turistas les encanta tomar fotos con los intérpretes del Quan Ho a bordo de sus barcos.

El festival se ha convertido en un evento anual de suma importancia de esta aldea de más de 300 años de antigüedad.