Bajo la dirección del Partido Comunista, el Gobierno ha cumplido las misiones encomendadas: organizar y administrar el país, conducir con éxito las guerras de resistencia, y sentar las bases de un desarrollo sostenible que abre paso a una nueva era de modernidad y bienestar.
 El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, junto a los delegados participantes en la ceremonia por el 80.º aniversario de la fundación del Gobierno de la República Socialista de Vietnam, celebrada la mañana del 20 de agosto en Hanói. (VOV) |
De la independencia a la reunificación y renovación nacional
El 28 de agosto de 1945 se formó el Gobierno Provisional, sucesor del Comité de Liberación Nacional. Pocos días después, el 2 de septiembre, la proclamación de la República Democrática de Vietnam abrió una etapa inédita de independencia y libertad.
Entre 1946 y 1975 la acción gubernamental se centró en estabilizar la vida del pueblo y, junto con el ejército y la ciudadanía, en alcanzar la reunificación. Tras la paz, las prioridades fueron la reconstrucción económica, la defensa de las fronteras y el cumplimiento de compromisos internacionales.
De un país marcado por la hambruna, Vietnam pasó a ser autosuficiente en alimentos, exportador de arroz y, con el tiempo, uno de los principales productores mundiales. Estos avances cimentaron el modelo de economía de mercado con orientación socialista.
El VI Congreso del Partido (diciembre de 1986) inauguró la etapa del Doi Moi. Desde entonces, el Consejo de Ministros, y a partir de 1992 el Gobierno, orientó su estrategia hacia tres ejes: superar el sistema de subsidios burocráticos, fomentar una economía plural y abrir el país a la integración internacional.
Al respecto, el primer ministro Pham Minh Chinh afirmó: “De una economía dependiente de la ayuda exterior y sometida a embargo, Vietnam se transformó en ‘una economía abierta, dinámica y creativa, situada entre las de mayor crecimiento del mundo, entre los 15 principales destinos de inversión extranjera y dentro del grupo de 20 países con mayor volumen comercial’. Paralelamente, se desplegaron políticas eficaces de bienestar y reducción de la pobreza que elevaron de forma sostenida el nivel de vida, hasta convertir al país en ejemplo en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, logrando la erradicación de la pobreza una década antes de lo previsto”.
En el plano internacional, Vietnam participa en 17 acuerdos de libre comercio, mantiene relaciones diplomáticas con casi 200 países y establece asociaciones estratégicas o integrales con 38 de ellos, incluidas las cinco potencias con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. El país nunca había alcanzado una posición, un potencial y un prestigio internacional como los actuales.
Hoy una de las prioridades del Gobierno es reestructurar el aparato político para hacerlo más ágil y eficaz, implantar un modelo de administración local de dos niveles, y avanzar hacia los objetivos estratégicos fijados para el centenario, conforme a la Resolución del XIII Congreso del Partido.
De esta manera, el primer ministro Pham Minh Chinh destacó: “El Gobierno debe intensificar tres ejes estratégicos: la adopción de un nuevo modelo de crecimiento, la reestructuración de la economía y la aceleración de la industrialización y modernización. Paralelamente, hay que promover un ‘cuadrilátero de acción’ en ciencia y tecnología, innovación y digitalización; integración internacional; perfeccionamiento del marco jurídico; y fomento de la economía privada. El Gobierno está trabajando con gran celeridad en la elaboración de propuestas que serán presentadas al Buró Político para su aprobación, con el fin de impulsar resoluciones orientadas a generar avances decisivos en el desarrollo de la economía estatal, la educación y la formación, la atención sanitaria a la población y el fortalecimiento de la cultura”.
 El primer ministro Pham Minh Chinh interviene en la ceremonia por el 80.º aniversario de la fundación del Gobierno de la República Socialista de Vietnam. (VOV). |
Lecciones de ocho décadas
En estos 80 años los gobiernos a través de distintos mandatos han actuado con decisión y firmeza, logrando avances de trascendencia histórica en todos los ámbitos. El primer ministro Pham Minh Chinh, aclaró la principal lección al decir: “En el inicio de una nueva etapa de desarrollo el país se enfrenta a un contexto mundial, regional y nacional lleno de oportunidades, aunque con mayores dificultades y desafíos. El Gobierno, bajo la dirección del Partido y con el principio de que es servidor del pueblo, expresa su gratitud y se esfuerza por colocar los intereses del pueblo por encima de todo, y lo que le beneficie debe hacerse con empeño, mientras lo que le perjudique ha de evitarse a toda costa. Con ese espíritu se compromete a preservar la noble tradición de las distintas etapas históricas. Con determinación, confianza, autonomía y resiliencia, seguirá renovando su pensamiento y actuando con firmeza, junto a todo el país, para superar los obstáculos y alcanzar los dos objetivos estratégicos de un siglo fijados por la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido”.
El jefe del Ejecutivo resumió el camino recorrido como “una travesía de unidad, humanismo, confianza, valentía y aspiración de progreso”. Con ese espíritu, afirmó, Vietnam continuará avanzando hacia sus metas estratégicas y consolidándose como una nación fuerte y próspera, capaz de caminar al mismo paso que las grandes potencias del mundo.