Durante los últimos años, la situación en el Mar Oriental sigue siendo complicada con el aumento de la militarización. En la conferencia a puertas cerradas de los cancilleres de la Asean, celebrada durante dos días en Chiang Mai, Tailandia, los asistentes expresaron la profunda preocupación sobre la expansión territorial ilegal que erosiona la confianza y agrava la tensión en perjuicio de la paz y la seguridad regional.
Mar Oriental, tema de interés de los países dentro y fuera de la zona
El viceprimer ministro y canciller de Vietnam, Pham Binh Minh (primera fila) en la Conferencia a puertas cerradas de los cancilleres de la Asean (Foto: Son Nam/VNA) |
El 2018 atestiguó la militarización creciente de China en el Mar Oriental, lo que provocó el aumento de la presencia de las fuerzas del Occidente en esta zona. Los ejercicios militares de los buques de guerra de Reino Unido, Francia, Japón y Australia aumentaron en dichas aguas. En este sentido, el viceprimer ministro y canciller de Vietnam, Pham Binh Minh evaluó: “El Mar Oriental atrae incluso el interés de los países fuera de la región porque cualquier problema que surja afectará la seguridad y la libertad de tránsito y comercio en esta zona marítima. En 2018, la ampliación y militarización de arrecifes preocuparon a muchas naciones en cuanto al riesgo de conflictos que provoquen la inestabilidad en la región Asia-Pacífico. Esto explica por qué numerosos países prestan atención al tema del Mar Oriental y han realizado maniobras militares en estas aguas”.
Asean mantiene la solidaridad y la voz común
En el actual escenario, la Asean considera el mantenimiento de la paz, la seguridad y la estabilidad en el Mar Oriental como una tarea principal en la cooperación regional en 2019. Reafirmó también la determinación de preservar la solidaridad y la voz común para implementar esa misión, además de prevenir la militarización y cumplir con seriedad la Declaración sobre el Comportamiento de las Partes Concernientes en dicha zona marítima, de cara a un Código de Conducta al respecto, sobre la base de las leyes internacionales, incluida la revisión del borrador relacionado en el presente año. Todos estos asuntos fueron establecidos en la Declaración Conjunta de la Conferencia de Cancilleres de la Asean en Chiang Mai, Tailandia. De esta manera, el ministro de Relaciones Exteriores anfitrión, Don Pramudwinai afirmó: “Los cancilleres apoyan el aumento de debates para aprobar por primera vez el texto de la negociación del Código de Conducta en el Mar Oriental. Una vez logrado, esperamos alcanzar un consenso entre las partes involucradas y cumplir perfectamente el diálogo sobre el tema”.
Como miembro de la Asean con un papel cada vez más elevado, Vietnam reitera sus criterios sobre dicha zona marítima para construir un ambiente pacífico y estable a favor del desarrollo de todas las naciones. En cuanto a este tema, el viceprimer ministro y canciller de Vietnam, Pham Binh Minh dio a conocer: “El punto de vista de Vietnam es ‘el Mar Oriental es un tema de interés común sin ninguna de las actividades causantes de conflictos’. Nuestra posición es respetar las leyes internacionales y la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982. Continuamos apoyando las iniciativas para mantener la paz y la estabilidad en estas aguas”.
El Código de Conducta debe incluir contenidos prácticos para este fin. Le Dinh Tinh, vicejefe del Instituto de Asuntos del Mar Oriental, adscrito a la Academia Diplomática de Vietnam, estimó lo siguiente: “La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar estipula mecanismos para solucionar los incidentes, pero el Código de Conducta, no. Sin embargo, en mi opinión, tanto Vietnam como la Asean buscan crear los contenidos prácticos y vinculantes y los consideran temas cruciales del documento. Aunque las legislaciones internacionales revisten un papel trascendental en la zona, se necesitan más acuerdos y compromisos de los países involucrados en el cumplimiento de las leyes pertinentes para garantizar el orden, la paz y la estabilidad regional”.
A finales de 2018, China y el bloque del Sudeste Asiático acordaron un borrador de negociación y previeron terminar los diálogos sobre el Código de Conducta en 2021. Con los esfuerzos comunes, ambas partes esperan cumplir lo antes posible este proceso para contribuir a mantener la paz y la estabilidad en la región y el resto del mundo.