Las mujeres Dao confeccionan trajes para toda la familia. (Foto: Huyen Trang/VOV5) |
Con vistas a la ceremonia del Cap sac, el rito de otorgamiento del nombre que marca el paso del joven a la edad adulta, Dang Thi Hoa lleva tres años dedicándose a confeccionar el traje de su hijo. Se trata de uno de los rituales más significativos del pueblo Dao y, durante su celebración, el muchacho debe vestir un atuendo nuevo, con bordados más elaborados y luminosos que los de uso cotidiano.
El intenso azul de la tela procede del teñido con índigo que la propia Hoa realiza pacientemente. Sobre ese fondo oscuro, los hilos rojos y blancos dan forma a motivos inspirados en la naturaleza que rodea a la comunidad: plantas, flores y animales. También añade monedas antiguas, símbolo de buenos augurios y prosperidad.
Este traje tradicional solo se utiliza en una ocasión a lo largo de la vida, expresó Dang Thi Hoa y al mismo tiempo señaló: “No debemos abandonar las tradiciones Dao. Las mujeres debemos aprender a bordar. Tiño esta blusa y este vestido con índigo antes de decorarlos. Llevo tres años confeccionando estas prendas para mi hijo porque se bordan de manera distinta a las camisas habituales; sus motivos tienen un significado especial para la identidad de nuestra etnia”.
Para los Dao, la ropa tradicional debe conservar el aroma del índigo. Por ello, pese a las dificultades, las mujeres continúan tiñendo las telas para salvaguardar ese color ancestral. Antaño, además de teñirlas, cultivaban el algodón y tejían la tela a mano. Aunque hoy ya no la elaboran, la costumbre de teñir con índigo se mantiene viva.
Las aves y los perros son motivos básicos de bordado en los trajes del pueblo Dao. (Foto: Huyen Trang/VOV5) |
Las plantas se cultivan en los bosques o en huertos familiares. Las hojas se remojan con ceniza para extraer la savia; tras cuatro o cinco días, cuando se han descompuesto, se añade cal, se filtra la mezcla y comienza el teñido. Otra técnica consiste en cocer las hojas para obtener el tinte. La tela se seca al sol entre baño y baño de tinte, hasta lograr el tono deseado. Gracias a las múltiples capas de índigo, las prendas ayudan a mantener el calor en el frío clima montañoso de Van Ho.
De esta manera, Trieu Thi Hoa informó: “Nuestros antepasados preparaban el índigo y tardaban un mes entero en teñir una chaqueta, un pañuelo o una falda para bordar sus prendas de boda y en otras celebraciones importantes. Nadie confeccionaría una prenda sin el olor del índigo”.
Desde los 10 años, las niñas aprenden de sus madres las técnicas de bordado. Ellas mismas confeccionan el traje que lucirán el día de su boda y, al formar una familia, continúan elaborando la ropa de su esposo e hijos. La habilidad con la aguja es sinónimo de virtud, responsabilidad y dedicación. En la vejez, las mujeres Dao cosen la ropa que vestirán al emprender su viaje al más allá; como la vista se debilita, los motivos se simplifican. El aroma del índigo, no obstante, es imprescindible para que los antepasados puedan reconocerlas.
Al respecto, Dang Thi Vinh explicó: “Cuando era joven y tenía buena vista, confeccionaba prendas hermosas para mis hijos. Ahora que soy mayor, debo preparar la ropa sencilla que llevaré cuando muera. Si quiero que quede más bonita, bordo motivos como pájaros y perros”.
Dang Thi Vinh borda ropa con sus nietas. (Foto: Huyen Trang/VOV5) |
Estas figuras, especialmente el pájaro y el perro, son las más representativas en los trajes Dao. En las chaquetas suelen aparecer motivos de perros, ovejas y monos; en los pañuelos, pájaros acompañados de borlas rojas y cuentas verdes. Las faldas, por su parte, se decoran con dibujos realizados con cera de abeja.
Durante el día, las mujeres trabajan en el campo y solo al anochecer encuentran tiempo para bordar. Pese a las manos endurecidas por el sol y la faena agrícola, plasman con destreza los motivos en los colores característicos de su atuendo tradicional: rojo, blanco, amarillo y verde. Si antaño esta vestimenta se usaba a diario, ahora se reserva para ceremonias y festividades.
Las mujeres Dao suelen empezar a aprender a bordar a los 10 años. (Foto: Huyen Trang/VOV5) |
En este sentido, Ly Thi Anh dijo lo siguiente: “Los bordados reflejan la identidad de nuestro pueblo. Yo solo visto el traje tradicional en festivales y eventos culturales, mientras que las mujeres mayores aún lo utilizan cada día. En nuestra comunidad, una mujer debe demostrar su habilidad, su responsabilidad con la familia y su dominio del bordado. Son muchas tareas, pero siempre tratamos de cumplirlas, aunque volvamos exhaustas del campo, porque trabajamos para nuestros hijos, para el esposo y para nuestros padres y los de él”.
Cada puntada, cada motivo y cada capa de índigo representan horas de trabajo y amor que las mujeres Dao dedican a su familia y a su cultura. En un mundo en constante cambio, estos trajes siguen siendo un emblema de orgullo y una expresión de la sensibilidad, la paciencia y la pericia de las mujeres Dao, guardianas vivas de la identidad de su pueblo.