Pham Khac Ha presenta algunos productos de seda en su tienda

En 1977, Pham Khac Ha, entonces un soldado, regresó a su tierra natal. Vietnam acababa de salir de la guerra. Los productos se estaban vendiendo mal. La mayoría de las familias en el pueblo de seda de Van Phuc querían renunciar a su trabajo tradicional. Algunos, incluso vendieron sus telares o se fueron a otro lado, dijo Pham Khac Hà. “En ese momento, había una gran escasez de materias primas. Debido a la falta de máquinas, los productos ofrecidos por el pueblo eran poco diversificados. Las familias se agruparon en una cooperativa, y con ese modelo económico basado en una redistribución igualitaria de los ingresos dejaron de esforzarse”.

A pesar de esta situación, Pham Khac Ha se mantuvo firme. Decidió conservar el arte ancestral, pidió préstamos para comprar máquinas de tejer, ignorando las burlas de algunos locales.

Productos conocidos de la aldea de seda de Van Phuc

En 1990, acompañado por el artesano Trieu Van Mao, “Maestro tejedor de la aldea”, Pham Khac Ha tuvo éxito en el trabajo de su vida: reproducir un tipo de seda reservado anteriormente para el único uso de la familia imperial. La tela es el orgullo de Van Phuc y tiene dos características especiales: incluye estampados y dibujos en relieve, y cambia de color según la luz.

Gracias a su empeño en el oficio, Pham Khac Ha fue elegido presidente de la Asociación de tejedores de la aldea de Van Phuc. Este alienta a los miembros a usar máquinas para reducir el costo, diversificar sus modelos y acercarse a las tiendas de moda para atraer a una clientela más numerosa. Sus esfuerzos dan resultado. El pueblo de seda de Van Phuc es una vez más la referencia. El hombre dio a conocer: “Además de los telares tradicionales, utilizamos máquinas semiautomáticas capaces de hacer productos más hermosos. Por supuesto, algunas etapas del trabajo siguen siendo artesanales. Nuestra aldea ahora tiene 268 telares que pertenecen a 124 familias, tanto productores como comerciantes. Producimos 1 millón y medio de telas de seda cada año. Un taller de la aldea presenta todas las etapas de producción a los turistas que también están invitados a visitar el Centro de Preservación de Seda de Van Phuc, donde pueden encontrar todos los productos representativos de la aldea”.

Un telar en la aldea de Van Phuc

Pham Khac Ha fue el primero en Van Phuc en imprimir su marca en sus productos. Esta estrategia ha ayudado a  mantener y tranquilizar a los clientes. Se copiaron rápidamente otros tejedores. El artesano experimentado también ha transmitido su conocimiento a muchas personas. Dejó saber: “He ayudado a mucha gente y durante algunos años enseñé en el Centro de Promoción Industrial y la Oficina Económica del distrito de Ha Dong. Recientemente, la Asociación de tejedores de la aldea de Van Phuc organizó un taller de ropa. Mi idea es ofrecer a los clientes que puedan hacer su ropa con nuestra seda. También abriremos clases de idiomas extranjeros para facilitar la comunicación entre los aldeanos y los clientes extranjeros”.

A los 67 años, el veterano de guerra Pham Khac Ha continúa su nueva lucha: perpetuar la prosperidad del pueblo.